Por nuestra propia culpa


La experiencia nos enseña que el neoliberalismo volverá a aprovechar en su propio beneficio una idea que asépticamente puede ser acertada

La memoria edulcora lo pretérito y en ese contexto se entiende que miremos con condescendencia a lo antiguo y con recelo a lo nuevo. Probablemente, ni lo que vivimos ya fue tan sublime como recordamos, ni lo que nos queda por vivir vaya a ser tan vulgar como imaginamos al envejecer, aunque a la mayoría de los seres humanos el cerebro les engañe para acomodarles ante el pasado y para alertarles contra el futuro. Yo, sinceramente, quizá porque fui viejo desde que era joven, creo que no soy uno de ellos: ahora mismo me siento notablemente más feliz conmigo mismo y con los que me rodean que hace diez o quince años, exponencialmente más feliz todavía si lo comparo con esa época estúpida y atolondrada que es la adolescencia.

Si queréis leer el texto completo, publicado en la página web www.alacontra.es, podéis hacerlo en el siguiente enlace:

https://alacontra.elindependiente.com/opinion-big-data/

Comentarios