Antes que nada, un aviso: depende de la forma en la que se mire, pero esta historia no cuenta con un final feliz (o, al menos, no todavía). Tiene, eso sí, un objetivo, concreto y, pese a ello, también vaporoso, algo iluso: cumplir un sueño infantil. Se sostiene, por supuesto, en un protagonista: el exfutbolista Cristiano Lucarelli. Destila, en su totalidad, el aroma de lo bello y se escribe con los renglones acuosos de los sentimentales. Y posee, además, una tesis de partida sobre la que se puede disertar hasta la eternidad sin llegar a alcanzar un acuerdo: la importancia del dinero es relativa.
Si queréis leer el texto completo, publicado en la página web www.alacontra.es, podéis hacerlo en el siguiente enlace:
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