¿La mejor liga del mundo?


(Foto: http://www.teinteresa.es/)

Desde hace ya bastantes años, periodistas, futbolistas o dirigentes nos intentan hacer creer que la liga española de fútbol es la mejor competición balompédica del mundo. Una sentencia inapelable que, lejos de venir acompañada de argumentos objetivos, es pronunciada sin mayor cimiento que su sonoridad como eslogan. Seguro que para miles de aficionados el hecho de que la liga española cuente entre sus filas con presumiblemente dos de los tres mejores equipos del mundo en la actualidad (FC Barcelona y Real Madrid en un podio en el que también estaría el Bayern München) y los jugadores más determinantes de la última década (Messi y Cristiano Ronaldo) ya es más que suficiente para que la competición española se lleve el dudoso laurel subjetivo de mejor liga del mundo, pero lo cierto es que la Liga BBVA pierde en las comparaciones objetivas con las principales ligas europeas. Desde asistencia a estadios a precios de las entradas. Desde organización a horarios. Desde presupuestos económicos o repartos de ingresos televisivos a deudas millonarias de sus clubes. Y, por encima de cualquier baremo comparativo, sobre todo pierde en competitividad. Únicamente hay que hacer un repaso estadístico para comprobar que el nivel competitivo de la liga española está muy lejos de las principales ligas europeas.

Y es que la liga española desde hace ya demasiados años está dividida en clases sociales bien diferenciadas entre sí. En la más alta, sin posibilidad de que ningún equipo más acceda a ella, se encuentran el FC Barcelona y el Real Madrid, que se reparten los títulos y los récords mientras se pasean triunfalmente por los campos de la geografía española. Esta temporada, con casi un tercio del campeonato disputado, sólo el Atlético de Madrid parte con posibilidades de poder luchar por romper la dualidad blanca y azulgrana. Pero la empresa es harto complicada: si bien el conjunto madridista ha cedido dos derrotas contra el Barça y el Atleti, el conjunto azulgrana no conoce la derrota tras doce encuentros y únicamente ha cedido un empate en Pamplona. Mientras, el propio Atleti sólo ha caído derrotado en el campo del Espanyol y sus demás encuentros se han saldado con victoria colchonera. Y el Madrid, con sus citadas derrotas ante los dos rivales directos y un empate en el campo del cuarto clasificado, el Villarreal; también ha saldado el resto de sus partidos con victorias. Porque antes Barça y Madrid sufrían si se tenían que enfrentar al Valencia, Sevilla, Athletic o Real Sociedad, pero ahora sus visitas a históricos campos se saldan con sonoras goleadas en pos de títulos a cien puntos, algo impensable hace apenas un lustro. El desenlace de ese paseo militar de madridistas y azulgranas se traduce en estadísticas: hace dos años el Madrid de los cien puntos se llevó el título con 39 puntos de ventaja sobre el tercer clasificado, mientras que la temporada pasada el Barça de los cien puntos se llevó el título con 24 puntos de ventaja sobre el tercer clasificado. Este año, Barça, Atleti y Madrid ya acumulan catorce, trece y ocho puntos de ventaja sobre el cuarto clasificado, el Villarreal, que tiene un partido menos; cuando sólo se han disputado 36 puntos.

Al contrario de lo que ocurre en España, la competitividad sigue siendo la nota predominante en la mayoría de las ligas europeas. Uno de los casos más paradigmáticos es el de la Premier League inglesa, donde el Arsenal lidera la clasificación con 25 puntos en 10 jornadas, pero que ve como del segundo al décimo clasificado únicamente hay seis puntos de diferencia (en la Liga española, esa misma distancia, entre el segundo y el décimo clasificado, es de 18 puntos). No en vano, los propios gunners ya se han dejado puntos en su casa ante el Aston Villa o en el campo del West Brom, mientras que equipos de la envergadura del Chelsea, el City, los Spurs o el Man Utd. han cedido puntos contra escuadras teóricamente inferiores como el Newcastle, el Everton, el West Ham, el Cardiff o el Shouthampton. Son sólo unos ejemplos de una competición en la que se puede ver al propio Shouthampton incrustado en la sexta posición por delante por ejemplo del poderoso Man Utd. y que cada jornada se encuentra con resultados a priori inesperados, como la derrota el pasado fin de semana del Chelsea de Mourinho en el campo del Newcastle.

En el resto de las ligas europeas más representativas, la alemana, la francesa y la italiana, también son tres los conjuntos que se han distanciado en lo alto de la clasificación, al igual que en España, si bien su dominio no está siendo tan incontestable como el caso del triunvirato español. El Bayern se mantiene invicto en Alemania, donde lidera la clasificación con un punto de ventaja sobre el Borussia y cuatro sobre el Bayer. Pese a ello, los muniqueses cedieron un empate en la cancha del Freiburg (en posición de promoción de descenso) y, sin ir más lejos, este pasado fin de semana tuvieron que remontar en el campo del Hoffenheim para llevarse el triunfo. Mientras, el Borussia se ha dejado puntos en los campos del Mönchengladbach y del Nürnberg (penúltimo clasificado) y el Bayer ha caído derrotado, por ejemplo, en el campo del Eintracht Braunschweig, el colista de la tabla. Sin duda, Bayern, Borussia y Bayer son los únicos conjuntos con opciones para adjudicarse esta edición de la Bundesliga, pero, al contrario que en España, la sensación cada jornada es de que pueden perder puntos contra cualquier rival y que esa pérdida de puntos al final les puede costar el entorchado liguero.

En Francia, mientras, dos proyectos multimillonarios destacan sobre el resto de conjuntos. El PSG, actual campeón, se mantiene invicto y lidera la clasificación con 28 puntos tras doce jornadas. Sin embargo, el equipo parisino ya ha cedido cuatro empates ante equipos como el Ajaccio (en descenso) o el Montpellier (decimosexto clasificado). Por su parte, el otro proyecto multimillonario de la Ligue 1, el del Mónaco, tampoco está siendo incontestable en su regreso a la máxima competición francesa. Pese a sus insuperables fichajes, el equipo de Montecarlo es tercero con 25 puntos en doce jornadas, después de ceder empates ante conjuntos como el Toulouse (decimoquinto) o Sochaux (colista) y haber sido derrotado esta última jornada por el Lille, que se ha colado en la segunda posición de la clasificación con 26 puntos. El Nantes, cuarto, parece ya descolgado de la lucha por el título, pero encabeza la pelea por la última plaza de Champions League. Una disputa que también sirve para calibrar la competitividad de la liga francesa: del cuarto al decimoquinto clasificado sólo hay cinco puntos de diferencia. En cambio, en la Primera División española, la distancia entre el cuarto y el decimoquinto clasificado es de ocho puntos (once si el Villarreal gana esta noche), casi el doble que en Francia.

De las grandes ligas europeas, la que más se parece estadísticamente a la española es la italiana, si bien en la Serie A durante los últimos años sus actores principales han ido cambiando de rol. Cerca de igualar el mejor arranque de la historia en las grandes ligas europeas (correspondiente a los Spurs en la década de los sesenta con once triunfos consecutivos), la Roma lidera la clasificación en la liga italiana con diez triunfos consecutivos y un empate el pasado fin de semana en el campo del Torino. El Napoli de Rafa Benítez y el gran dominador de las dos últimas campañas en el torneo italiano, la Juventus, son los dos únicos conjuntos que mantienen el ritmo del cuadro romanista en una competición que está viendo el declive de los conjuntos de Milán, el Internacionale y el AC Milan, campeones entre los dos de 36 ediciones de la historia de la Serie A. Cuarto en la tabla, el Inter ya ha cedido empates con equipos como el Cagliari (decimoquinto), el Torino (duodécimo) o el Atalanta (noveno). Peor es aún la situación del Milan, undécimo en la clasificación con doce puntos en once jornadas tras vencer en sólo tres encuentros y ceder derrotas contra conjuntos inferiores en teoría como el Hellas Verona o el Parma (decimotercero). Precisamente, la decadencia de los conjuntos de Milán ha permitido que equipos como la Roma (tres entorchados ligueros en toda su historia) o el Napoli (dos entorchados ligueros en toda su historia) puedan luchar por el trono liguero y que otros equipos de segunda fila como el propio Hellas Verona esté luchando por entrar en la Champions League. Una situación que, regresando a España, parece imposible: en las últimas nueve temporadas, el FC Barcelona y el Real Madrid siempre han sido primeros o segundos a excepción del curso 2007/2008, en el que el Villarreal se coló entre madridistas y azulgranas.

Porque, de hecho, si quisiéramos encontrar una liga estadísticamente parecida en Europa a la competición española tendríamos que viajar a otros países. Posiblemente, en este inicio liguero la competición que más se está pareciendo a la española es la Primeira Liga portuguesa, donde el Porto, el Sporting y el Benfica (campeones de 77 de las 79 ediciones de la liga portuguesa) comandan la clasificación de manera incontestable. Una situación que, en cualquier caso, no llega a ser tan certera como las ligas de Escocia o de Grecia, donde el Celtic (desde la desaparición del Rangers) y el Olympiakos (debido a la crisis de su máximo rival, el Panathinaikos) parecen ganadores (y se convierten en ganadores finalmente) incluso antes de iniciarse la competición.

Pese a todo, en las ligas europeas consideradas menos potentes también podemos encontrar casos de gran competitividad. Por ejemplo, en la Eredivisie holandesa únicamente tres puntos separan a los ocho primeros clasificados. El joven y talentoso PSV o el Ajax no están demostrando su teórica superioridad y ambos han cedido ya cuatro empates y tres derrotas para dejar con opciones de título a equipos como el AZ Alkmaar, el Vitesse, el Twente, el Feyenoord, el Zwolle o el Groningen. Justo debajo en el mapa, en la Jupiler Pro belga, y a la espera del play-off por el título, conjuntos como el Standard, el Genk, el Zulte o el Kortrijk también se han colado en la histórica lucha del Anderlecht y el Brugge: sólo ocho puntos separan a los siete primeros clasificados en una competición en la que ningún equipo ha logrado más de diez victorias en los catorce encuentros disputados. Y tal vez también se puede meter a la Prem’yer rusa en esta categoría de competiciones competidas: al llegar al ecuador de su liga, el Zenit lidera la tabla con 36 puntos en quince encuentros, pero los conjuntos moscovitas (Lokomotiv, Spartak, CSKA y Dinamo) guardan sus opciones para la segunda vuelta de la competición a como máximo diez puntos de distancia del cuadro de San Petersburgo.   

Quizá sea ya el momento de aceptar que la definición de mejor liga del mundo no puede ir en la actualidad unida a la Primera División española. Por asistencia a estadios. Por precios de las entradas. Por organización. Por horarios. Por presupuestos económicos. Por repartos de ingresos televisivos. Por deudas millonarias de sus clubes. Y, sobre todo, por competitividad. Una competición en la que todos los años los mismos equipos ganan todos los encuentros nunca podrá ser la mejor del mundo.

Comentarios

  1. Un pequeño consejo. Reduce el ancho de lectura y mete alguna foto mas. Da miedo... XD

    Interesante reflexión. Ahora que la liga bipolar se está tripolarizando, ¿acabará abriéndose si se hunde el mercado televisivo como en Holanda o Alemania?

    Saludos

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  2. Gracias por los consejos. Ojalá se abriera: es bueno para una competición que muchos equipos luchen por el título. Un saludo!

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