Amor a primera vista


(Foto: http://www.nuevaalcarria.com/)

El Deportivo Guadalajara jugó en el Pedro Escartín ante el Peña Sport el último fin de semana de agosto del año 2007 el primer partido de su historia en Segunda División B. Yo tuve la suerte de estar allí para escribir la crónica de ese partido histórico. La titulé 'Amor a primera vista' y fue publicada en la edición del lunes 27 de agosto del 2007 del por entonces bisemanario (y ahora extinto) Guadalajara Dosmil. Su texto era éste:

DEPORTIVO GUADALAJARA: Sanmiguel, Antonio Moreno, Chano, Jorge, Fran, Iván Piñas (Juanma, minuto 82), Rubén Cuesta, Chuchi (Carrasco, minuto 78), Iván Moreno (Manzano, minuto 67), Camacho y Villa.

PEÑA SPORT: Cacho, Garde, Joseba, Iban Pérez, Costanilla (Labarka, minuto 66), Txiki, Azpilicueta, Diego Vera, Galán (Etzieder, minuto 63), Íñigo Gil y Markuleta (David Ruiz, minuto 46).

GOLES:
 1-0 minuto 15: Villa cabecea en el segundo palo una falta lateral botado por Rubén Cuesta. 2-0 minuto 31: Chuchi envía a la escuadra una falta directa desde la frontal. 3-0 minuto 41: Iván Moreno fusila a Cacho con su pierna izquierda tras regatear a un defensa dentro del área. 3-1 minuto 90: Etzeider, de fuerte disparo con su pierna izquierda desde la frontal.

ÁRBITRO: López Puerta, de Madrid, auxiliado en las bandas por Otero Cañas y S. Galaris. Correcta actuación en un partido que apenas tuvo complicaciones. Amonestó con cartulina amarilla a los deportivistas Iván Piñas (minuto 34) y Fran (minuto 65),  y a los visitantes Garde (minuto 15), Costanilla (minuto 37), Txiki (minuto 63) y Joseba (minuto 66).

CAMPO: Municipal Pedro Escartín. Terreno de juego en buenas condiciones, aunque algo rápido debido a la lluvia caída en las horas previas al partido y a que el terreno de juego fue regado antes del inicio del encuentro. Buena entrada en las gradas, con algo más de un millar de espectadores.


Amor a primera vista

El Deportivo Guadalajara debutó en Segunda B con una clara victoria ante el Peña Sport


Sería un error intentar sacar conclusiones de un debut liguero, pero lo cierto es que los primeros cuarenta y cinco minutos del Deportivo Guadalajara fueron un auténtico flechazo para el aficionado congregado en el Municipal Pedro Escartín. Un amor a primera vista con el juego preciosista, de toque y bandas, tan en desuso en el balompié actual, como necesario en el imaginario colectivo del espectador octogenario. Ese estilo talentoso, tan hipnótico como la última película de Medem, hará creer al público alcarreño que los milagros se pueden conseguir acortando escalones de dos en dos, aunque, con el tiempo, la realidad dirá que los éxitos nunca surgen por combustión espontánea, sino que se cimientan con el trabajo de sol a sol, con obreros que sacrifican sus vidas en pos del bien general.

Porque el Deportivo venció con comodidad al Peña Sport, otro recién ascendido, en su debut en Segunda B. Con una comodidad fehaciente cimentada en el citado buen juego de la primera mitad, pero que, lejos de ser una oda a la espontaneidad del primer amor, se asentó en la estrategia, la única variante del fútbol actual que sí convierte empates en victorias para desgracia de la calidad. Como el adolescente que estudia cien veces ante el espejo la mejor manera de declararse, los deportivistas han estudiado mil veces esta pretemporada la mejor manera de sacar el mayor provecho posible a dos excelentes ‘peloteros’ como son Rubén Cuesta y Chuchi. Parece que lo han conseguido. El primero de ellos mandó un pase medido a la cabeza de Villa en una falta lateral para inaugurar el casillero de goles del Deportivo en 2ª B (1-0 minuto 15). El palentino, por su parte, conectó a la escuadra de la meta de Cacho un zurdazo en una falta frontal que dejó el partido sentenciado (2-0 minuto 31). Sin embargo, diez minutos después, el Deportivo regresó a su talento, concentrado en la mediapunta, para regalar la jugada del encuentro: pase medido al hueco de Chuchi que recoge Iván Moreno, el placentino regatea a un defensa y fusila al arquero tafallés para colocar el sonoro 3-0 en el marcador.

Por su parte, en esa primera mitad, el conjunto de Adolfo Etxebarría sólo tuvo tiempo para ruborizarse ante tanto despliegue de talento. Apenas un par de tiros desde fuera del área de Azpilicueta y Galán inquietaron a Sanmiguel, mientras que, por contra, el Deportivo, en estrategia y juego elaborado, sumó hasta media docena de ocasiones de gol. Y sin contar los tres tantos, evidentemente.

Sin embargo, con la reanudación el noviazgo del Deportivo con el buen juego se convirtió en un acostumbrado matrimonio, con lo que eso conlleva. La pasión dejó paso al cariño del que ve que ya no tiene que hacer nada por agradar, que ya cumplió con su objetivo. De tal modo, el Peña Sport se adueñó del esférico y, aunque tampoco llegó a gozar de claras ocasiones de gol, sí que transmitió algo más de peligro. Pese a ello, el partido se convirtió en una convivencia de sofá y cuchara y apenas tuvo interés para un aficionado que buscó en sus radios escuchar goles lejos del Escartín, quizá en el Santiago Bernabéu. Villa, en el minuto 81, pudo despertar a la grada de su letargo con una vaselina que Cacho despejó, pero fue el tafallés Etzieder el que cerró el partido en el cénit con un buen zurdazo (3-1 minuto 90). Un cénit que fue infiel al debut del Depor en Segunda B.

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