This is Spain



España es el problema. Aquí si eres un político que roba millones lo más probable es que consigas que tus delitos prescriban a base de recursos o, si no, siempre habrá algún juez que decida considerar nulas las escuchas telefónicas de la policía para que el sujeto pueda ser absuelto. Y no sólo en la política. En realidad, en el deporte es igual. Nos vanagloriamos con la Operación Puerto, pero al final la justicia española condena levemente a los acusados y manda destruir las pruebas, incluidas las bolsas de sangre, documentación o informaciones en discos duros incautados, que podrían servir para identificar a los deportistas que se han estado dopando durante años y años. Y, por supuesto, Madrid quiere organizar unos Juegos Olímpicos. Faltaría más. Porque, cojones, ¡esto es España! Un paraíso fiscal para los deportistas tramposos que merece su recompensa a escala mundial. “Prometemos jeringuillas para todos en la villa olímpica”, creo que reza el eslogan de la campaña de la ciudad madrileña.

Esto es España, por supuesto. Con su sol, sus playas y sus vestidos de flamenca. Aquí puedes competir en la máxima categoría de cualquier deporte aunque debas más de cien millones de euros a Hacienda y a la Seguridad Social. En realidad, es algo que verdaderamente no importa. Porque, cojones, ¡esto es España! Y seguro que la comunidad autónoma en la que se sitúa la ciudad de ese club llega al rescate con los millones de todos sus contribuyentes, o la recalificación de unos terrenos, aunque ya sea accionista de otros conjuntos de su misma categoría y pese al recelo de la Unión Europea, esa fría institución que huele a alcanfor alemán. No hay nada por lo que preocuparse, sevillanas y olé, porque poder descender si debes una millonada al Estado español o si presuntamente has estafado a tu propio club depende exclusivamente de cuál sea tu origen. Vamos, para que todo el mundo lo entienda, que no es lo mismo que te llames FC Barcelona, Real Madrid o Atlético de Madrid que CD Calamonte, AD Villaviciosa de Odón o CD Cifontino.

Porque, cojones, ¡esto es España! Y aquí podemos ver a entrenadores de fútbol que celebran el día que sus equipos descienden matemáticamente los goles de otros conjuntos ya que esos tantos les permiten salvarse hipotéticamente porque, aunque no sea oficial, a esos entrenadores sus clubes les han dicho que hay otros clubes que van a descender administrativamente.  Y no es que lo digan ellos, que también, sino que a ellos se lo han dicho los mismos que a otros, aunque parezca imposible por contrariedad, les han dicho que no es seguro que desciendan, que puede haber otras soluciones. Pero en España no se adultera ninguna competición, porque lo único que importan son los aficionados y por eso hacemos estudios independientes externos cuyo resultado depende del interlocutor final. Vamos, para que todo el mundo lo entienda, que quizá a ti te digo que salió bien, pero al otro le digo que salió fatal porque, como la chica esa que se hizo famosa en televisión, mezclé noséqué con nosécuál y la lié parda, y “había bebido y eso es un atenuante” y la mujer en el armario estaba allí porque me puse enfermo y vino el doctor. Y, aunque a los aficionados les hagamos creer que para nosotros ellos son lo más importante, al final decidiremos todo en los corrillos de los pasillos y en la mesa de un buen restaurante tras una excelente comida pagada con el dinero de todos. Porque, cojones, ¡esto es España! Y así lo hacían también nuestros abuelos. Por supuesto.

Y es que, cojones, ¡esto es España! Un país en el que cada periodista es el adalid de la verdad absoluta, aunque nos pasemos cada día de nuestra vida dando voz a las mentiras de todos. Porque eso es lo que tenemos que hacer. Por la sangría y la paella. Por el toro de Osborne y la Semana Santa. Y para que regrese por fin el glorioso ‘surrealismo’ español de José Luis Cuerda y Luis García Berlanga. Because, fuck, this is Spain!


PD: No me consideren antipatriota por estas líneas. Juro que quería hacer un texto chovinista, pero mezclé noséqué con nosécuál y la lié parda, y “había bebido y eso es un atenuante” y la mujer en el armario estaba allí porque me puse enfermo y vino el doctor. Seguro que la próxima vez que quiera hacer un texto antipatriota me saldrán unas líneas chovinistas porque mezclaré noséqué con nosécuál y… Bueno, y ya saben.          


PD2: Cualquier parecido con la realidad de estas líneas es pura casualidad. Este post sólo lo he escrito para honrar a alguno de los dioses en los que creo. Principalmente, al dios superior, don Rafael Azcona Fernández.

Comentarios

  1. Esto es una puta mierda. Así, por dejarlo claro. ( @_enriquesanz_)

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  2. Yo quiero mucho a España y tal... No fue casualidad que mencionara ayer el artículo y hoy zasca. Ejeeeem...!

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  3. Siendo totalmente sincero, de hecho, hay gente que cree que tampoco es casualidad que yo ayer escribiera este artículo. Ejeeem!

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  4. Pues todo dicho entonces jaja. Lo leí en cuanto ví el título, porque se veía que era sobre esto. España :D :D :D

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