Futbolistas de Izquierdas


(Foto: http://www.teinteresa.es/)

Futbolistas de Izquierdas

El periodista Quique Peinado podría haber escrito un libro sobre Maradona y su tatuaje del Che en el brazo derecho, sobre canciones de Manu Chao gritándoles a la FIFA que ellos son el gran ladrón y abrazos con Fidel Castro, y lo más seguro es que un gran número de lectores estarían ya contentos con esa aproximación recurrente y publicitaria de jugadores comprometidos con el progresismo político, pero lo cierto es que Futbolistas de Izquierdas para nada es un libro que cumpla con ese raquítico objetivo. Para nada. Porque Futbolistas de Izquierdas es una auténtica enciclopedia del compromiso social de algunos futbolistas, un extenso trabajo de viajes, lecturas y documentación, que acerca al lector trayectorias que realmente merecen la pena ser contadas lejos del logotipo mercantilizado de cualquier deportista que pueda servir para llenar titulares de portada.   

De hecho, la valentía de Quique Peinado no se debe medir única y exclusivamente en su amor por escribir un libro sobre futbolistas que se han significado políticamente y de manera pública con ideas de izquierda, por lanzarse al vacío y sin salvavidas en esos extraños casos dignos de estudio dentro de un mundo tan aséptico y capitalizado como es el balompié, sino por su citada metódica y desmedida tarea de documentación, que le ha permitido adentrarse en las historias personales y ocultas de jugadores que trascienden más allá de ese logotipo recurrente con la imagen icónica del Che Guevara, pero que guardan en su respiración escenas vitales que tienen que ser dadas a conocer sí o sí. Y el periodista ha logrado todo ello sin emitir un juicio pasional e idealista, guardando respeto y distancia con esas mismas historias, que adquieren la relevancia final por su propia emotividad y comprensión social en la excelente escritura y ritmo cosechado por el autor. Es el caso, por ejemplo, del capítulo dedicado al Mundial de Argentina 1978, todo un ejercicio ensayista que sirve para desmitificar leyendas, separar la mentira de la verdad y acabar emocionando (quizá sin pretenderlo) con la crueldad de las torturas y los desaparecidos. Un mismo guión que se repite en otros capítulos sobresalientes, como la historia del chileno Caszely, ex del Colo Colo, Levante y Espanyol, que se negaba a dar la mano a Pinochet y vio cómo su madre fue secuestrada y vejada.       

Los lectores analíticos y amantes de la escala de grises también agradecerán que Peinado no rehuya profundizar sobre cualquier tema, como los pensamientos sobre la lucha armada de ETA de futbolistas profesionales próximos a la izquierda abertzale. En un libro homérico en su concepción de futbolistas que mostraron sus ideas políticas en un mundo tan contrario a salirse del patrón de deportistas sin pensamiento es necesario abordar cualquier tema con naturalidad, sin autocensura previa, y el periodista cumple con ese requisito sin ambages. Porque, como explica en el libro el propio Endika, autor del gol de la última Copa del Rey del Athletic y arbetzale reconocido, al respecto de una anécdota con Emilio Butragueño tras encontrarse hace poco en un hotel, ambos, uno español y otro arbetzale, hablaron como viejos conocidos y “así debería ser siempre”.

Futbolistas de Izquierdas encuentra espacio entre sus páginas para abordar a verdaderos símbolos de la izquierda balompédica (los ejemplos más gráficos son los de Sócrates, el Sankt Pauli de los años ochenta y Lucarelli, cuyo capítulo es uno de los mejores de todo el libro porque en realidad no hay ninguna historia más auténtica en el mundo del fútbol más puro, el del odio eterno al fútbol moderno, que la del ariete livornés), pero el poso del mismo, lo que convierte a Futbolistas de Izquierdas en un texto que un aficionado al balompié debería leer, recae en las historias menos conocidas para el gran público. En la de Metin Kurk. En la de Paolo Sollier. En la de Josean de la Hoz Uranga, el héroe que no salió en la foto. En la de Ivan Ergic. En la de Danny Jordaan.

Consciente de ello, el talentoso Quique Peinado aparta su protagonismo en la narración, da voz a los verdaderos protagonistas de la historia, los propios futbolistas, y lo adereza con sentencias que traspasan el corazón hasta a los más insensibles. Porque, como escribe Peinado, “cuando crecemos, enterramos nuestra inocencia en dinero y obligaciones. En el fondo, Lucarelli nos vengó a todos”. Y quizá Futbolistas de Izquierdas también nos ha vengado un poco a todos. A Quique Peinado, tras un costoso trabajo de años, seguro, por cumplir con éxito el sueño que un día tuvo. A algunos de sus lectores, seguro que también. Por haberlo podido leer. 

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