El mundo de los anti


(Foto: EFE/http://www.elcomercio.com/deportes/NBA-Miami_Heat-LeBron_James_0_723527683.html)

Hay muchos aspectos que me sorprenden del deporte actual y del uso de las redes sociales por periodistas y aficionados, pero especialmente sobrepasan a mi entendimiento los haters. Para el que no comprenda el término, hater (en castellano, enemigo) es una persona que odia sistemáticamente a deportistas o clubes (principalmente, deportistas), hasta el punto de hacer que toda su felicidad pase por las derrotas y los errores de estos, y no por los éxitos y triunfos de los deportistas y clubes a los que admiran. De lovers pasan a haters y su amor al deporte se convierte en el amor al fracaso de aquellos a los que odian. Así son felices, en una sociedad formada por personas anti en vez de pro. ¿Alguno lo entiende?


Por ejemplo, Cristiano Ronaldo y Lebron James son dos de los jugadores que más haters tienen en la actualidad en ese micromundo extraño que se forma en la redes sociales. Pero, evidentemente, ambos deportistas son también de los que cuentan con más lovers en Twitter y Facebook. Unos incondicionales que no han dudado en los últimos días en convertirse también en haters para enfrentarse a los críticos de ambos deportistas y sacar pecho por las grandes actuaciones que está haciendo el futbolista portugués en la Eurocopa y las que ha tenido el alero norteamericano en la final de la NBA. Y de paso, con virulencia, cerrar el círculo de locura del mundo de los anti.

Porque por más que lo intento no puedo encontrar la razón para alegrarme de las desgracias o los fracasos de los deportistas. Yo soy de los Celtics, pero no me cambia la vida con las derrotas de los Lakers. Admiré a Magic Johnson, Pat Ewing, Michael Jordan o Hakeem Olajuwon y disfruté tanto de su juego como lo hice con Larry Bird, mi ídolo bostoniano. Siempre quiero que gane mi equipo, pero no pierdo mi sonrisa cuando pierde o cuando su máximo rival suma un nuevo título. Porque entiendo el deporte competitivo como rivalidad, una rivalidad que tiene que servir para seguir progresando a todos los niveles. Para sumar, para ser pro en lugar de anti.

Para mí, y sus insuperables play-off por el título sirven de evidencia, Lebron James es el mejor jugador de baloncesto del mundo en la actualidad. Y les aseguro que no es el que más me gusta. Prefiero a Durant, evidentemente. A Rondo, por supuesto. A Nash, para toda la eternidad. Pero nunca encontrarán palabras de odio mías hacia James. Nunca seré su hater. Prefiero disfrutar con su excelsa calidad y su juego hasta el día en el que se retire.

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