Sólo quieren divertirse


(Foto: https://www.facebook.com/deers)

“Madrid está muerta, quién la va a resucitar”, se preguntan Los Nastys en su canción ‘Madrid es un cementerio’, el tema que abre su EP ‘Me lo encontré así’ (Tres Cipreses, 2014). Puede parecer una pregunta retórica para la gran mayoría, pero en realidad esconde la declaración de intenciones de una importante escena garagera en auge en la ciudad madrileña de la que ellos forman parte junto a otras bandas como The Parrots, Los Wallas o Deers. “Para mí es una subescena dentro de lo que es Madrid. Una escena más particular, como más casera, más de colegueo. Sintetizando, una escena entre calles y latas”, explica en un vídeo de This Is Underground Álvaro Cobarro (La voz en color), con motivo del concierto del Festival Converse Make Noise Malasaña que se celebró en la sala Wurlitzer Ballroom el pasado sábado 26 de abril y que contó con la presencia de los propios Nastys, Los Wallas y Deers. “Cada uno tiene su aquel y se puede sacar muchísimo jugo de todos ellos. A nuestra manera, obviamente, lo hacemos a nuestra manera. Cada uno lo hace a su manera, pero yo creo que nos influenciamos mucho. Entonces, estamos muy al loro de lo que hacemos y de lo que dejamos de hacer”, le secunda en el mismo vídeo Carlotta Cosials, de Deers y realizadora de varios de los videoclips de estas bandas, que se retroalimentan entre ellas como una borrachera de tres días seguidos a su resaca en un festival playero.

Hay un Madrid que se dibuja de noche, entre botellas de Jägermeister, sudor y bailes arrítmicos. Un Madrid que se fotografía con cigarrillos en la boca y sonrisas etílicas, con chicas rubias que montan sobre su monopatín. Un Madrid de saltos desde un escenario y fiesta en la calle cuando el concierto ha terminado. Un Madrid en el que los bigotes están permitidos y nunca faltan pakis a los que comprarles unas latas de cerveza, frías, a un euro. Un Madrid efervescente que lucha con el ímpetu de la juventud contra el anquilosamiento con olor a naftalina de la vejez. Un Madrid en el que tal vez todo sea posible.


“Todo está jodido, pero yo me lo encontré así”, cantan Los Nastys en ‘Me lo encontré así’. Fichados ya por Warner, el quinteto madrileño es uno de los máximos exponentes del nuevo punk salvaje de Madrid. “Una vez di un concierto sin estar borracho y fue el peor concierto de mi vida”, explicaba hace casi dos años a Rolling Stone su cantante Luis Basilio. Y añadía: “Somos espontáneos. Nos da por una época y vamos a saco con ella. Primero nos picamos con La Movida, luego empezamos a fumar porros en el local de ensayo y nos dio por el tema garage… Es el signo de nuestra generación: la descontextualización”. La espontaneidad es el sustantivo que mejor puede explicar a estos grupos: guitarras ardiendo sobre un escenario y palabras y miradas nunca impostadas. La naturalidad del que sabe que tiene la edad perfecta para comerse el mundo, aunque lo más seguro es que lo único que quiera es divertirse. Y eso es lo que hacen estas bandas y sus amigos. Divertirse.

En Internet se puede encontrar todo. Sus fotos. Sus vídeos. Su música. Y todos ellos están presentes en los trabajos del resto. The Parrots tocan en el Fib y allí están todos. Carlotta Cosials hace un vídeo para Los Nastys y sale Ade Martín, una de sus compañeras en Deers. La propia Carlotta es la directora también de un vídeo oficioso del ‘Hello stranger’ de The Parrots, protagonizado por ella misma y por Ana Perrote, la otra mitad de Deers antes de que el dúo se convirtiera en cuarteto. Todos ellos están montados en la ola de ‘La playa’ a la que cantan Los Wallas y no se quieren bajar de ella. Una ola con variantes musicales que cambian más rápido que las estaciones (del citado punk creador de pogos de Los Nastys a la psicodelia de Los Wallas, del rock melódico de The Parrots al folk pop de Deers, si bien puede que estas líneas ya no sirvan para mañana y las Deers sean entonces las punkis y Los Nastys los folkies o cualquier cosa que se les pueda ocurrir en su cabeza), pero con un objetivo común: pasárselo bien. “¿Garage? ¿Rock? ¿Surf? ¿Britney Spears? Jajaja, aún no nos atrevemos a encasillarnos, sólo tenemos cuatro canciones, no nos agobies”, contestaban hace tres meses las propias Deers a Brays Efe en una entrevista en www.madriz.com. No les falta razón: el pasado sábado dieron en Guadalajara, en la terraza de un bar, delante de un Mercadona y con un gimnasio a sus espaldas, el segundo concierto de su historia como cuarteto en la presentación del Festival Ke Kaña. Con el apoyo absoluto de varios de sus amigos en la primera fila, el público alcarreño terminó encantado con las madrileñas, que tuvieron que repetir por partida doble casi todo su repertorio. Y la gente todavía quería más, quizá ellas también. ¿Espontaneidad y naturalidad? Ya lo habíamos avisado.



Deers, que grabarán en Berlín tras ser ganadoras del citado Make Noise y ya tienen en su agenda de conciertos una fecha en Londres, son el último eslabón de esta escena underground, de esta cuadrilla de amigos que hacen música, vídeos y lo que les apetezca. Una cuadrilla que se ha instalado en la noche de Madrid y que empieza a tener muchísima visibilidad más allá de sus bares, sus parques y sus calles. Más allá de sus amplificadores, sus guitarras y sus latas de cerveza. Más allá de sus fronteras. En Galicia o Barcelona. De Liverpool a Burdeos. En el Low Festival, en los conciertos de Radio 3 o en el Fib. Son Los Nastys, Los Wallas, The Parrots y Deers. Son Luis, Fran, Omar, Gonzalo, Alejandro, Juan, Carlos, Luli, Dani, Diego, Carlotta, Ana, Ámber, Ade y muchos más. Y sólo quieren divertirse. Hasta que el cuerpo aguante. O hasta que se acabe la última botella de Jägermeister.

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